Pies

pies

"Sólo quiero que me abraces", es una frase jodida cuando estás desnudo y metido en la cama con otra persona. Entonces pega la espalda a tu pecho, te coge la mano, empieza a respirar cada vez de forma más relajada y tú comienzas a ser consciente del olor de su pelo, de la calidez de su piel, de la curva de sus glúteos contra tu pelvis. Ya digo, jodido. A tu cerebro le da por hacer camangos con la líbido y te pones a pelear con unos genitales que parecen tener vida propia. No quieres despertarla, porque piensas que está dormida, pero, de repente, notas sus pies acariciando tu empeine... y ya no hay forma de disimular.


Todo momento tiene su canción


Discover Diana Krall!


Los pies son un extraño instrumento erótico... perdón, no me he expresado bien, cualquier parte de nuestro cuerpo es susceptible de convertirse en instrumento erótico. Lo que quería decir es que nadie había utilizado conmigo, ni yo con nadie, los pies como instrumento erótico... bueno, he vuelto a expresarlo mal, lo he hecho, pero no como instrumento para acariciar.

Existe una ternura y sensualidad intrínseca en la imagen de unos pies que se tocan y acarician y, al mismo tiempo, una lascivia innegable. Los pies se acarician bajo la mesa, bajo las sábanas, despacio, con cuidado, intentando agarrar con los dedos, olvidando que no podemos. Cuando lo hacemos bajo la mesa utilizamos la caricia escondida, el gesto cómplice, lejos de miradas indiscretas y, sin embargo, a la vista de todos. Cuando lo hacemos bajo las sábanas, pecho contra espalda, los cuerpos se trasmiten el deseo de tocarse de todas las formas posibles, de agarrarse de todas las formas imposibles.

¡Dios!, que ganas de besarla... qué se le va a hacer.

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7 comentarios:

Anónimo dijo... @ 11 de octubre de 2008, 19:50

Bien, me gusta,un poco corto. esperaba algo más intenso el texto, porque tú tienes la capacidad de hacernos imaginar las cosas con la lectura de tus textos. Un poco más descriptivo y lo bordas, pero...........la experiencia fue muy intensa e irrepetible (en el buen sentido de la palabra irrepetible). Besos en los pies.

Anónimo dijo... @ 11 de octubre de 2008, 19:54

Olvida lo que he dicho. Lo he vuelto a leer de nuevo. La primera parte (antes de la música) está mejor, creo. bs.

pervertido dijo... @ 15 de octubre de 2008, 13:00

Bueno, lo de la intensidad está claro, pero es que no me quería poner a describir aquí las ganas de apretujar, lamer y demás cosas porque no sabía como sentaría.

Pero vamos, que si me pongo te saco los colores y otras cosas, de todas todas, conste en acta.

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Escondida dijo... @ 22 de octubre de 2008, 23:06

A mi si que me ha parecido intenso, sera que lo he imaginado y vivido varias veces...

Besos escondidos

pervertido dijo... @ 24 de octubre de 2008, 8:49

escondida, pues he de reconocer que yo era la primera vez que me veía en la situación, es decir, pegado a otro cuerpo, intentando dormir sin poder porque tenía las meniges recalentadas, intentando no moverme mucho para que no pareciera que estaba apuntando a su espalda con una escopeta y, de buenas a primeras, las caricias de los pies... jodido, vamos.

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hadita dijo... @ 1 de enero de 2009, 4:21

Francamente hubo un par de ocasiones en las q he dicho eso... después empresas a provocar mas o menos así, como por instinto... y bueno... la verdad q me puedo hacer adicta a este blog.... escribís muy bien!

pervertido dijo... @ 2 de enero de 2009, 8:03

hadita, yo no lo expresaría mejor, "(...) por instinto".

Te agradezco lo de que escribo bien - se hace lo que se puede, je-.

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