Sensaciones

Puse la sombrilla blanca con rayas amarillo pálido cerca de la orilla, y me senté debajo, desnudo, en una silla de lona y plástico. Aquel día hacía un sol de justicia. Notaba como el calor me envolvía en un vaivén de lucha casi pugilística con la brisa del mar, juguetón y transparente, que se extendía hasta el horizonte ante mis ojos. Mi piel, el órgano más grande del cuerpo humano con una extensión de dos metros - y pico- cuadrados de sensaciones, había cogido ese color límite tras el que ya no se puede dorar más. El pelo de mis brazos y rodillas se movía al son de la brisa. Poco a poco se había vuelto rubianco. Sentía la lona en mi espalda y bajo mis nalgas, el plástico pegajoso bajo mis antebrazos y en la palma de las manos. Esperé, siempre esperaba a que el calor se volviera insoportable, que el aire a mi alrededor fuera agobiante. Entonces me levantaba y hacía el camino que cruzaba la franja ardiente de arena fronteriza entre la pequeña isla de sombra bajo la que se escondía la silla, y la orilla. No corrí, nunca corría, dejaba que la temperatura de la arena me llegara a través de la planta de los pies y, así, cuando los metía en el agua, el contraste de temperatura me erizaba la piel. Cerré los ojos un momento notando como el oleaje acariciaba mis piernas, y eché a andar, despacio, dejando que el mar me fuera cubriendo hasta el ombligo. Y me lancé de cabeza. Todo mi cuerpo se enfrió de golpe mientras me deslizaba bajo la superficie. Pegué los brazos al tronco y mis piernas se movieron al unísono como si fuera un delfín. Las rocas redondeadas pasaban a mi lado mientras los gueldes y las fulas me miraban curiosos. Buceé hasta que la distancia entre el lecho y el techo de agua se agrandó casi el doble de mi altura. Entonces busqué el aire y dejé que el mar mesara mi cuerpo. Sólo la cara se mantenía fuera del agua mientras la piel de mi frente y pómulos se secó a una velocidad asombrosa. Y me sumerjí de nuevo. Nadé en dirección contraria, emergiendo casi en la orilla con el agua huyendo de mi cuerpo. Caminé despacio hasta estar sobre la arena. La humedad se evaporaba de mi piel casi de inmediato. Fue entonces cuando tuve la sensación de que alguien me miraba.


Todo momento tiene su canción


Discover Nancy Sinatra!


Era una tontería. Estaba solo en la playa junto a una pareja que había subido el barranco para ir a comprar, y, muy de mañana, "el mula" había cogido los bártulos para ir a pescar. Pero la sensación no cedió. Así que me di la vuelta... y la vi allí, desnuda, bajo otra sombrilla que había colocado mientras yo estaba en el agua, sentada sobre la tohalla. Es la chica de la pareja; él fue a comprar, ella se había quedado. Soríe cuando la miro y yo, a mi vez, sonrío. No dura mucho, pero, por un momento, el mundo parece dejar de rodar. No es nada sexual, más bien como esas sonrisas inocentes que se dedican dos niños en el recreo. Pero cuando el momento pasa ella aparta la mirada con incomodidad... y yo vuelvo a mi isla de sombra, apenado por haber perdido tan rápido ese pequeño momento de intimidad.

Se pasó el resto del día haciéndole arrumacos a su novio-amigo-loquefuera, mientras él la miraba con una expresión entre extrañada y divertida. Creo que tenía cierto sentimiento de culpabilidad. No puedo decir que no la hubiera mirado antes, todo lo contrario, la había mirado, y mucho. Tenía el pelo moreno, justo hasta la mitad del cuello, delgada, menuda, con esos pechos pequeños que siempre me han gustado tanto - jamás he entendido a los hombres que los prefieren grandes, ni a las mujeres que se los agrandan por gusto-.

Dos días después, por la tarde, recogieron la caseta de campaña y echaron a andar barranco arriba. Durante esos dos días parecieron estar distantes, uno por un lado y el otro a su bola. La veía ir hasta la orilla y mirar el suelo, sentarse bajo la sombrilla y caminar hasta las rocas cuando él se acercaba. El día que se marcharon ella dio dos pasos detrás de él, se paró, y se volvió buscándome con la mirada. Se la sostuve un momento antes de que bajara la cabeza y siguiera su camino.

Alguien dijo una vez que no se puede echar de menos aquello que no se ha tenido. Pero lo cierto es que, después de su marcha, cada vez que salía del agua miraba hacia el camino de bajada con la esperanza de verla aparecer. Pasaron los días y, con el tiempo, llegó la resignación ante la pérdida de aquella sonrisa que había tenido unos segundos, resignación ante el movimiento del mundo, que sólo deja de girar un momento, muy de vez en cuando, y, casi siempre, lo desaprovechamos. Me pregunto si ella será consciente de ello, desde entonces me pregunto si ella echará de menos mi sonrisa como yo echo de menos la suya.

Ahora no me parece tan mala idea pasar el resto de mi vida buscando una sonrisa en medio de la multitud.

8X

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15 comentarios:

Anónimo dijo... @ 17 de octubre de 2008, 13:15

Yo no podría conformarme con una sonrisa...
Parece una historia muy bonita. Lo interesante sería conocer la sensación de la otra persona, para ver si coincide la vivencia.

Y en cuanto a esa parte del cuerpo que te gusta tanto, pensé que te gustaban un poco más grandes, bueno, bastante más, que la de la foto. ;P

Anónimo dijo... @ 17 de octubre de 2008, 13:17

Y una cosa que no comentaste, supongo para no estropear la historia: ¿se afeitó isidoro? je,je,*

pervertido dijo... @ 17 de octubre de 2008, 13:43

Pues para no conformarse sólo con una sonrisa bastante que se hace de rogar, oiga.

En cuanto a si Isidoro se afeitó o no, pues imagino que podrá usted verlo por si misma cuando quiera... ¬¬

P.D.
A mi también me hubiera gustado saber cuál era la sensación de la otra persona, pero es que no me dio oportunidad para preguntárselo. A lo peor fue mejor así, quién sabe.

8X

pervertido dijo... @ 17 de octubre de 2008, 13:54

Ah, y parece mentira que no sepas como me gustan a mi los pechos y demás partes de la anatomía de una fémina - otra cosa es que te estés haciendo la longui-.

8X

almadeangel dijo... @ 17 de octubre de 2008, 14:43

No esta mal eso de leer el diario de un pervertido jiji
muakus

Arkantis dijo... @ 17 de octubre de 2008, 20:08

Humm me gusta tu blog..gracias por tu visita..así descubro el tuyo..
Te enlazo con el mio

Besitos

Pasión dijo... @ 19 de octubre de 2008, 21:11

No sé que decirte....la foto de tu perfil no parece muy seductora por mucha longitud del miembro....y el diseño de los post es algo denso y comprimido, dificulta la lectura...por lo demás...resulta agradable pasearse por aquí.

pervertido dijo... @ 20 de octubre de 2008, 9:47

almadeangel, me gusta que te guste, haré todo lo posible para que te siga gustando.

arkantis, te lo agradezco, yo también haré lo propio.

pasión, hombre, la foto de mi perfil es del reconocido fotógrafo Robert Mapplethorpe, aparte de ser la misma que uso desde hace cinco años. No la uso por la longitud del miembro, sino porque la foto, por si misma, es una obra de arte - es evidente que te pasas por mi blog nuevo por primera vez, y que por el viejo no te habías pasado nunca-. Parece óbvio que te gusta más lo de poner cuatro líneas y a correr, pero es que eso no te lo vas a encontrar nunca por aquí, lo siento. Lo del diseño, la densidad y la compresión del mismo, pues te lo agradezco, pero digamos que preferiría que dijeras algo sobre lo que has leído, si es que has leído algo.

Ah, y si me permites la observación, es cierto, tienes el culo plano, que nadie te lleve a engaño.

8X

Nany dijo... @ 20 de octubre de 2008, 20:14

No sabía que habías vuelto :) y la verdad, me gusta más la nueva apariencia que la anterior, tan cargada de periquitos.

Sobre el post, pues eso... que a veces la magia existe por el momento, que si se alarga se pierde... cuando te mande por el pan y se queje porque se te ha olvidado y le has traído solo queso :)

Besos.

pervertido dijo... @ 21 de octubre de 2008, 8:58

nany, holaaaaaa estadounidense adoptiva. Pensaba enviar un mail a los habituales para informarles de que he vuelto, pero cuando terminara de hacer el traslado desde el blog anterior. No sé como te has enterado de mi vuelta pero me gusta que haya ocurrido, así que ya sabe donde estoy.

Ya que estamos quiero felicitarte por un post que publicaste en agosto del año pasado, y que leí en su momento, pero que no comenté. Ahí queda. Y aconsejo a quien se pase por aquí que lea, porque no tiene desperdicio.

8X

Capochoblog dijo... @ 21 de octubre de 2008, 13:34

No sabía que lo habías leído y la verdad... luego de escribirlo, me gusto hasta a mi. De cualquier manera, es un tema que hay que abordar como sea. Gracias por recomendarlo :)

Supe que habías vuelto por mi contador de visitas, vi tu dire y vine a ver si seguias en off y me encontré la nueva apariencia, que de verdad es un plus!.

Te dejo un par de besos :)

Espero

Enigmática dijo... @ 26 de octubre de 2008, 17:58

Es un ven a mi sin dudas, una forma de hacer que te pongas malo por momentos y quieras más.

Me gusta la foto de tu perfil, es tuya?

Besos,

Enigmática

Enigmática dijo... @ 26 de octubre de 2008, 18:03

Mi anterior comentario quería ponerlo en el post "Pies" pero se coló por error aqui.

Besos,

Enigmática

Luisa Velázquez dijo... @ 19 de noviembre de 2008, 18:29

Yo prefiero el enigma de esa sonrisa, a la agresividad de un saludo cualquiera.

Valkyrie dijo... @ 19 de noviembre de 2008, 21:10

El radical es una bebida de zumos de diferentes sabores.
Algo así coo condones tuti-fruti pero en la vertiente de líquido para el autoconsumo. Vaya, una felación propia basada en la satisfaccion de un sabor determinado ;P

o algo por el estilo...

^^
y... a mi tampoco me parece tan mala idea pasar el resto de mi vida buscando una sonrisa... qué más podemos hacer cuando hace demasiado calor para el sexo? ;P

saludos desde mi lado del mundo